Tuesday, August 16, 2011

La prueba del teclado

Hace unos días, mi laptop se dañó. Para probar si el teclado funcionaba bien, decidí escribir lo primero que se venía a la mente y esto fue lo que resultó. Me pareció tan divertido que decidí compartirlo con ustedes:

Buenos días gente de Japón que come ñame bajo las flores de cerezo que plantó el primer emperador que estuvo en China antes de conocerlos a ustedes. Él decidió mudarse porque no le gustaba el arroz. Prefería el sushi.

Allí conoció a la princesa que sería la primera emperatriz, que en realidad era una geisha que vendía su vida a cambio de sonrisas. Él, junto a Conan El Bárbaro, conquistaron  Australia, una tierra poblada por extraterrestres expatriados del Área 51. Luego de vencerlos con sus sables de luz, notaron que en aquellas tierras eran ricas en acero y se les ocurrió construir una gran torre en París. Contrataron a George Washington para que les construyese lo que sería la Torre de Pisa.

Ya cansado, el emperador decidió tomar el té con la reina aquella tarde y así descansar de aquel día tan ajetreado.

Wednesday, August 10, 2011

Seré escritora

Creo que en el momento que esto salió de mis labios, la cara de mi mamá de "¿Qué es lo que acabas de decir?" no fue nada normal. Me imagino que para todo padre representa un dolor de cabeza, un atolladero,  o como lo quieran llamar, el momento en que sus hijos deciden qué es lo que quieren hacer con sus vidas. En este caso, ¿Cómo no poner cara de infarto si es un medio dónde pocos lo logran? Reconozco que no se la puse fácil.

Hace unas semanas, logré ponerle punto final (después de dos largos días de corrección, tarea que me parece inventada por el demonio) a mi primer proyecto que va en serio. No quiero hablar mucho de él, porque temo que no se cumpla. No suelo ser supersticiosa, pero imagino que con las cosas importantes tomas hasta las medidas más irracionales para cuidarlas.

No creo que sea tarea fácil. Tampoco tengo un plan de respaldo, sólo tengo la meta. Técnicamente, estudié para ser otra cosa, algo muy distinto, pero prefiero ganarme la vida contando cuentos que defendiendo gente. Además, es una medida de seguridad para la humanidad. El día que tenga que dejar de escribir, volveré (más) locos a todos los que me rodean.

Así que con esa determinación en mente, me planteo la (ardua) tarea de esperar que llegue septiembre, para enviar este proyecto a algún lugar del mundo. Le daré un beso de buena suerte y cruzaré los dedos para que alguien crea en él.

Deséenle suerte (Y si no creen en él, sólo no le deseen nada y olvídense de este post). Sólo restan poco más de 21 días.