Quizás alguien que esté leyendo este blog haya leído por coincidencia el otro, el que abandoné en algún día de enero, y puede que se pregunte: ¿Qué pasó con él? ¿Por qué si ya tenía uno, abres otro? La verdad es que el otro llegó a cansarme. En estos meses, releí algunas entradas y pensaba que no estaba mal para ser un primer intento de blog de persona "seria" (Si es que alguna vez pretendí serlo), pero me daba cuenta que le faltaba algo. Quería que fuese más cotidiano, no tan... Soñador. Probablemente es que tan sólo me cansé de él, y preferí empezar desde cero con otro.
Lo mantuve cerrado por todos estos meses, porque quería que reposase tranquilo, sin que ojos curiosos estuviesen por allí molestándolo. Si nunca llegaste a él, entonces ignora todo lo que dije antes, y concéntrate en lo siguiente:
Después de pensarlo, decidí darle otra oportunidad a esto del blogging, algo tan del siglo XXI, tan posmoderno, donde todos escribimos y queremos que nos lean, pero ya nadie tiene muchas ganas de leer los pensamientos ajenos. Mucho ruido y poca nuez, dirían los viejos. Sé que es contradictorio plantear este problema de la new age y toda esa estupidez desde... Un blog, un simple y aburrido blog, pero también es una declaración: Me quejo de algo, pero intento cambiarlo.
No les digo más, y dejaré que él hable por sí solo. Feliz descanso a Proyecto C, y larga vida a este Diario de una mente des/equi/libra/da. ¡Salud!
No comments:
Post a Comment